Nada he sido nada soy sino escondida isla sin pájaros ni habitantes
Times square Il pleut dans mon coeur... Verlaine Bulle la colmena —sin aparente propósito—
A veces huyo por intrincados caminos construidos de palabras, que me llevan a los páramos de nadie.
Solo como Borges en el fondo de la rosa torturado por báculos de plata espejos laberintos
The cloisters Camino por los claustros —piedra y columnas— recordando al orgulloso unicornio que no quiso subir al Arca de Noé
Con ecos de casa vacía resuena tu nombre y se pierde en el laberinto de mi lengua. Desde este túnel
Con sus garras de ónix, puntual, ordeña la muerte cada uno de nuestros días, y los sorbe insaciable
Esa mentira inmensa que es Nueva York quema mis labios a la medianoche cuando flamean las cabezas derriba… en cada piedra de la ciudad
Yo miraba tus manos e inventaba historias de aleteos sobre mis pechos, de roces suavísimos
Un desangrarse lento remontable hasta la más pérfida belleza hasta el misterio de la carne iner… un ciego encadenarse
Aún deseo mis antiguos tiempos fetales, en que fui pez opalescente y ciego.
Tatuada con inscripciones misteriosas que una mano de fuego trazó por error aquí estoy
Los incrédulos repetirán —una y otra vez— tu nombre, como lo hago yo en esta noche de turbia embriaguez
Yo imaginaba peces inverosímiles bajo ese mar que era –entre ocres… de un verde titubeante, cuando el ferry ancló en Ellis Is…
Fui agarrándome de ti, de tus ojos, campanarios llenos de palomas, y tu pecho encendido como un lucero sólo.