#Guatemaltecos #Mujeres
Solo como Borges en el fondo de la rosa torturado por báculos de plata espejos laberintos
Aún deseo mis antiguos tiempos fetales, en que fui pez opalescente y ciego.
Te propongo la dulzura del higo, su carne sonrosada, replegada y húmeda como un animal marino.
Bajo el ala de la noche que deja su huella imprecisa bajo la sombra del corazón repudiado
Los incrédulos repetirán —una y otra vez— tu nombre, como lo hago yo en esta noche de turbia embriaguez
Para Susana y Rigoberto Juárez P… Una misma insurrección morada, una misma, persistente memoria guardada por siglos en semillas,
Tras las ventanas que tamizan la luz del sol que muere aguardaba el amor de un joven fauno, su ternura despiadada,
Casi podría decirte devorada por la angustia me asomo a la vieja cueva prohibida donde habitan
Un desangrarse lento remontable hasta la más pérfida belleza hasta el misterio de la carne iner… un ciego encadenarse
Esa mentira inmensa que es Nueva York quema mis labios a la medianoche cuando flamean las cabezas derriba… en cada piedra de la ciudad
Times square Il pleut dans mon coeur... Verlaine Bulle la colmena —sin aparente propósito—
(En una retrospectiva de Ed Kienh… Vertiginoso, el paisaje es apenas otra nostalgia que inicia la mañana.
La memoria es una tumba abierta donde puedo enterrar la piedad por mí misma, mientras un felino se desliza muy suave
El invierno comenzaba, apenas, a mostrar su cuerno —largo y temible— de unicornio ciego. Inquietante,
Con ecos de casa vacía resuena tu nombre y se pierde en el laberinto de mi lengua. Desde este túnel