No me he enfrentado a grandes empr… la naturaleza de mi mente patinand… mientras avanza conturbada entre s… muestra un ser apocado, estepario,… y el aspecto épico de mi vida, mi…

¿Por qué esta vana e inútil palabr… Solo dos mundos valen nuestra devo… la biblioteca del sabio repleta de… sosegada frente a la locura de tod… inflamada por largas y silenciosas…

España currutaca, higona, mirameli… España, demasiados retrocesos, lle… con indolencia arábiga andaluza, c… feísmo rural gallego, covacha queb… con tienducha provinciana madrileñ…

Queridos, ladies and gentlemen, a estas alturas de la Historia (si… burricie de risas enlatadas, chuch… que vomita la pantalla, e insectos… por Madison Avenue y aldeas, pued…

Je acuse. Pasáis tranquilamente l… que preceden al sueño defendiendo… Intelectuales que desde Atenas la… con ininterrumpida apología de los… No merecéis el resplandor del sol…

El mundo ha mutado, mudado, como un paisaje tras la granizada. No es un plumaje sucio de légamo u… ni el sueño turbio de sombras diab… Y lo que crees panfletos, barbarie…

Mi casa lleva cerrada meses. A ca… Con su vida oculta que no horada l… con el silencio en el regazo de la… como cerrado también está mi despa… o el gabinete con las espadas, las…

En la más apacible bonanza y la más compacta, frondosa sobriedad, vivo como una reliquia de mí mismo una vida antimoderna. Bi bene, ibi patria, «donde bien estés, tu patria está». La ma...

Con letra clara, pausada igual que… clara como un potrillo o gato mont… escribíais, madame, “ubi trascendi… con dedos de delicadeza florentina… y el tigre a vuestro pecho –feroz…

A veces, antes, podía estudiar pre… una evangelista atención al laberi… pensar junto a descocadas y rubiác… ver corazones de mujeres como el b… Me reconcentraba una hora seguida…

La turbamulta en la plaza le lanzaba hortalizas e improperio… fanáticos y borrachos se ensañaban… pero la reina tenía en los ojos la tranquilidad profunda de la noc…

Tener casa propia, limpia y agrada… un jardín tapissé de flores y abej… pocos o ningún hijo, acaso mujer f… que vague la vida en Adagio non tr… estudiar los severos astros, mucho…

Para mí el alto delfinario dorado, las decoraciones murales de Pompey… la haraganería de un monje medieva… los jinetes de la noche con música… las nubes en el corazón de una pec…

Paz a los hombres. Nunca fue fáci… Deseo el silencio casto y conventu… y vivir libremente, olvidando los… ¿Gozar de una gloriosa medianía? La tentación de alejarse de los pl…

Navidad, mi padre vuelve con voz de vencejo; bajo el muérdago entre campanillas lo sueño. Y el bosque gorjea: