Dedicado a Emilio Ballagas (1908-1954).
#Cubanos #SigloXX
Ah de mi casa, este navío a tumbos siempre en el mismo sitio navegand… quién sabe hacia qué luces y qué r… anocheciendo, madre, navegando: yo que te vi agrietada en los retu…
Esta mesa que construyó mi abuelo para mi padre joven, guarda cosas dispersas de mi alma, versos, pros… fragmentos de ilusión y desconsuel… Toco sus pobres tablas, el abuelo
Si vieras en qué playa te he queri… y en qué estrella te ocultas inven… qué acentos de mi voz has escogido… hasta dónde te hunde lo imposible desde mi sueño al tuyo melodioso
Cuando tocábamos el tiembre al fondo del corredor inerte, se oían sus tacones por el cuarto como en una angustiosa novela. Estaba sin duda arreglándole el la…
Vuelve la tarde cuando el niño polvoriento se echa… y suena su peso en las nubes como un fresco morado distinto que abre suavemente los ojos de la…
Estás haciendo cosas: música, chirimbolos de repuesto,
Quedará lo que ella afirma no lo dice su decir es no decir y no decir y… no infinitamente sino Tres Veces
Cito textualmente las estrellas y el hogar complejo de la naranja… Diminuta es la luz en que el buey… lejos del ave, asoleando eternamen… las estuidosas manos del guajiro,
Porque tal es el rostro del fracas… que el espejo devuelve ciegamente aun antes de llegar, dulce y demen… el último rescoldo del ocaso: frente de la obsesión y del rechaz…
¡Juana Ígnea ¡Isolda nuestra! ¿Quién eras? ¿Dónde estás? Siento en tus cartas el olor astralmente salvaje
Este libro no es tanto de poesía como de conciencia. Sus versos resultan duros y desabr… pero dicen la verdad de mi corazón cambiante y una
No son mías las palabras ni las co… Ellas tienen sus fiestas, sus asun… que a mí no me conciernen, espero sus señales como el fuego que está en mis ojos con oscura in…
Y así calladamente contra el humo del arroz en el cuarto que el sins… miré tus grandes manos, campesina férrea de piel, forrada súbita de… como la flor de oro; y tú secabas
Lejos, lejos nací, lejos de mi alma: separada la vida de la mirada. Lejanía que fue
¡Oh dulcísimo callar del ángel de mi sigilo! ¡Oh dulcísimo callar del mundo en mi corazón! ¡Oh dulcísima miseria