#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Sobrevivo. Alegrovosamente so bre vi
Mi querido Odiseo: Ya no es posible más esposo mío que el tiempo pase y vuele y no te cuente yo
Soy una gaviota solitaria con el ala tronchada abro un surco en la arena.
Desde tu ausencia llamo de tu exilio desde este viento sur que te convoca
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Dame tu mano amor, no dejes que me hunda en la tristeza. Ya mi cuerpo aprendió
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
No puede conmigo la tristeza la arrastro hacia la vida y se evapora.
Creí pasar mi tiempo amando y siendo amada comienzo a darme cuenta que lo pasé despedazando
Tu muerte te congela estás inmóvil mi vida en cambio fluye y me acerca veloz
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda