#EscritoresNicaraguenses
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Todos lo que amo están en ti y tú en todo lo que amo.
Sobrevivo. Alegrovosamente so bre vi
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Florecen los almendros en Mallorca y no estás para verlos. De mi balcón anoche los vi fosforecer.
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Quiero entrar a la muerte con los ojos abiertos abiertos los oídos sin máscaras sin miedo
Es simple nuestro amor sin estallidos como una de esas casas con helechos y alguna que otra rana
¿Cómo será el encuentro? Descarnados los dos sin tu mirada sin mis labios posándose en los tuyos.
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca