#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Estimado señor: Esta carta la escribo en mi cumple… Recibí su regalo. No me gusta. Siempre y siempre lo mismo. Cuando niña, impaciente lo esperab…
Ya la ceiba no existe derrumbaron mi ceiba se hicieron añicos los espejos eché a secar mi Río y se escondió la luna.
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Cada vez que te amo vida y muerte están presentes: amanecer y noche
A veces pienso en ti en lo que pudo ser en tu ternura presa en las deshoras.
No puede conmigo la tristeza la arrastro hacia la vida y se evapora.
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Nunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube
Creí pasar mi tiempo amando y siendo amada comienzo a darme cuenta que lo pasé despedazando
Dame tu mano amor, no dejes que me hunda en la tristeza. Ya mi cuerpo aprendió
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Mi querido Odiseo: Ya no es posible más esposo mío que el tiempo pase y vuele y no te cuente yo
Fui la nube y la lluvia y el mar y quiero ser la tarde y la muralla
Por las noches en sueños más de un amigo muerto resucita, al despertar