Acurrucados
Que yo ya te quiero y no puedo esperar a más tarde.
Esperar a cuando ya nos podamos abrazar, besar.
Que te vas a reír de mí por impaciente, por correr siempre cuando caminando también se llega.
Pero te he estado besando en sueños y mis manos ya acarician las posibilidades que se recortan cuando las horas sin ti se alargan.
Que ya estoy impaciente por iniciar las tardes acurrucados en el sillón, las noches rompiendo las rutinas.
Corro.
Corro aunque no deba y me digas que que todo a su tiempo.
No te das cuenta de que me estoy comiendo todos los malditos relojes, que la arena me sabe ya a hogar después de verla correr por mis labios.
Porque más tarde no existe y en el futuro no sé qué versión de mí nos espera.
Yo ya no sé si podré esperar mas.
Ya no sé contar hasta diez porque sin ti el cinco ya está demasiado lejos.
