Cargando...

Bajo el mismo amor

Por una extraña , muy extraña razón, de quererlo.

Si tienes amor, tienes todo, pero no es el amor que sólo se da a ratitos, no es el amor que duele, es el amor que te da fuerzas, que te eleva y que te hace sentir única, ese amor es el que te da todo lo que quieras, sentir que te desnuda con la mirada, porque lejos de arrancarte la ropa mentalmente, te arranca las palabras y eso es algo que pocos hacen, si tan solo fuera consiente de mis sentimientos y supiera lo que despertó en mí, de la forma en la que mi mano tiembla cuando por accidente roza la mía, de la manera en la que me sonrojo por la más mínima muestra de atención, si supiese de la revolución que en mí enciende me comprendería el repentino cariño.
Cierro los ojos y lo imagino acurrucado entre mis brazos, que solo tenga que abrazarme sin ninguna palabra, sin ningún sentimiento forzado, complementarnos en una sola cosa y aunque al abrir los ojos su cuerpo desaparece me queda la sensación de que, alguna vez, en algún momento remoto, será mío.
Lo amaré a mí manera, quizá de manera cruel, de manera vil, de manera pulsante, con celos, con opresión y por supuesto sin límites de locura, pero lo amare y al mirarme lo sabrá todo.
Admito que llevaba mucho tiempo sin sentir algo así hasta creo que jamás lo había sentido . Quedarte con las ganas de un beso, de esas ganas de conocer más, de probarnos el uno al otro de querer estar juntos, de querer que fuera el amor de mi vida.
Creo que lo supe cuando se acercó a besarme, su aroma, aquella forma de ser amable simplemente sentí que no lo debía dejar ir, me pareció que el viento se llevó los problemas, que el agua lavo las heridas y que él y yo seríamos por siempre, quede atrapada en su esencia.
Tengo ganas de tener frío, de tenerlo aquí conmigo para abrazarlo y escucharlo hablar, quiero que no nos importe lo duro que pueda ser el camino ni quien este en él, lo que a mí solo me interesa es saber que si caigo él lo hará a mi lado y nuestro amor será aún más grande... que cada paso marque la distancia entre lo bueno y lo malo y que una sonrisa suya desprenda lo duro del camino.
No quiero ser una de tantas, quiero ser la especial, la última en su vida .Cuando Sus manos tocan mi cuerpo me hace sentir que no existe nadie más que nosotros dos perdidos en un beso, en un abrazo, en lo infinito de los latidos de nuestro corazón y la rápida secuencia de nuestra respiración cuando todo aquello se funde en una pequeña palabra que dice todo lo que hay entre el y yo, te quiero. Probablemente nunca llegue a sentir ese amor como se describe en los libros, con el alma, los ojos cerrados y el corazón abierto. Pero te aseguro que lo que siento cuando estoy con el esta bastante cerca.
Ahora solo se que cada vez que me abraza es como volverme a enamorar de la misma persona un millón de veces mas.

Otras obras de Daniela Gisela Aguilar...



Top