Cargando...

Irrevocable

Es muy difícil entender, o entenderme, porque nunca fui fácil. Siempre supiste que era rara o diferente. Por eso no me digas que te explique porque ni yo me entiendo. Fue difícil sacarte de mi . Pensaba que ibas a ser para siempre. Y aceptar que no te importaba estar a mi lado me dolió, quizás solo buscabas una satisfacción, un placer, un amor de un rato que de a poco se fue convirtiendo en un sentimiento para mí. Alguien que esté ahí como y cuando se te antojaba.
No fui suficiente para lograr hacer que te des cuenta, que era alguien único, irremplazable. Cuando me aleje fue de esas veces que te toca entender que a veces también toca perder. No te solté de un día para otro. Fueron muchas noches de duelo . Cada alejamiento, cada palabra hiriente de tu parte me hacían abrir los ojos. Y así te fui soltando.
Comprender que por más que lo intentara, no iba a lograr que me elijas como yo quería y solo me quedo soltarte para siempre.
Fue complicado estar sin tus palabras, anque en verdad no eran de amor, sin tus mensajes reprochando lo que tú mismo provocabas, sin las pocas caricias, sin tus abrazos que siempre te obligaba a darmelos porque nunca te nacía hacerlo, sin tus besos que también eran muy escasos.
Y aunque el corazón se me arrancaba del pecho, y se me partía en mil cada vez que me alejaba, tuve que salir adelante, seguir con mi vida, sonreír cuando no había motivos y llegar firme a la noche sin comenzar a llorar. Fueron días difíciles. Siempre regresaba, me aferraba a que podia lograr que me veas. Pero la que vio primero que eso no iba pasar fui yo.
Logré salir adelante, sin renunciar a mi o a mis ganas de no renunciar al amor, admito que nunca te olvidé del todo.
Te extraño a ratos, como un triste recuerdo o cuando veo a una pareja caminar de la mano, porque tú nunca buscabas llevarme de la mano, cuando dos miradas se cruzan y brillan, porque yo adoraba ver esos ojitos negros.
Te recuerdo como si fueras una pequeña espina clavada, como si algo me dice que no puedo borrarte para siempre, pero sin darte garantía de que vamos a coincidir de nuevo. Es un adiós irrevocable.

Otras obras de Daniela Gisela Aguilar...



Top