Ya no más café tibio
No sé tú, pero yo ya estoy hasta la chingada de amores a medias, de coqueteos de un par de semanas, de que los perros sentimientos los tomen a juego, de la falta de compromiso y de estos romances fugaces que carecen de huevos pa’ que duren y no se boten a la primera. Por eso de ahora adelante no pienso permitirme otra de esas personas que están contigo a lo tibio, que te agarran aunque no sepan lo que quieren y tampoco te dejan ir, que te quieren pero no demasiado y no tan serio, que les gusta estar contigo pero a escondidillas del mundo, que escriben futuros un miércoles y vuelven a responder hasta el puto lunes cuando están aburridos o se quedaron sin otras opciones. Ya no me interesa en lo más mínimo convencer, prefiero la soledad y la espera, que tarde lo que tenga que tardar ese corazón que viene listo, decidido y con un madral de ganas directito hacia mí, no uno que a ratos sí y a ratos no, no uno que le dude, porque nadie merece ser una puta indecisión. Por fin entendí que lo que realmente me vacía es aceptar que vengan a quererme como les da la cabrona gana, y no decir nada, porque creía pendejamente que era mejor tener ese cariño que les sobra a no tener nada, y no, chingo mi madre si uno de esos amores vuelve a entrar a tomar café por acá.
