El desterrado
Solo se viaja hacia adentro
Ayer fui desterrado y nunca creí lo bueno que sería ser ajeno, encontrando amor en tu distancia.
No hay inteligencia a mi alrededor, mucho menos la puedo discernir. Me mezclé con el camuflaje de la ciudad, que pretende ser natural.
Aquí todos se entienden y en nada están de acuerdo, su dios es de color verde y lo manejan con mentiras.
La corrupción los guía.
Existen besos y zombis, pero nunca zombis que besan.
La felicidad es una aspiración, nunca un estado mental.
Pretenden la imaginación, pero acá nada es nuevo, solo dan vueltas y limpian lo enlamado de su corazón.
Me preguntan si hay esperanza; yo no sé responder con sinceridad, Aún pienso en mi casa.
Por eso sonrió
Por que se que ellos también son desterrados.
Poema perteneciente al libro: estulticia de un corazón deshilvanado, 2017
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