Poesía japonesa
Jugábamos a abrazarnos, a enamorar… Unos golpeteos de lluvia en la ven… Rueda una lágrima. Cuánto te amé.…
Fui una estúpida, cuando me enamor… ni siquiera sabes que existo nunca me has mirado a los ojos, sin embargo, yo miro tu boca extas… amarte es como una quemadura
He cometido tantos errores me he equivocado tanto he pagado deudas que no son mías he sentido la sangre correr hundid… Sexo nocturno
Los cadáveres del amor saltan hacía nosotros aún demasiado fresc… aún laten en ellos la sangre llena de fluidos del eterno amor c… Sus ojos miran con deseo
Mochila de color tierra, llena de pesada carga, ella no se la quita, siempre la lleva. Cada vez que tiene algo
Máquina rosa bordaba las cortinas las flores miran Pagoda sola entre árboles y flores
Dicen que no hay noches perfectas pero aquella que trae la bruma de mis recuerdos fue inconmensurable. Una sonrisa insinuante
Somos estampas imágenes perdidas sueño heredado en caminos de olvido llenos de polvo, solos
Prometimos amarnos te diste cuenta de que las cosas n… como queríamos, me dices que el dolor pasará pero no desaparece, no se va, esto…
Ese cuerpo que juega vicioso provocativa e ingenua sonríes con tus piernas largas, un trasero firme espera mis manos. Y entre los dos quedó
Esta madrugada te sentí pegado a mi, tu aroma me envolvía... tus dedos recorriendo MI espalda me di la vuelta, besos,
Recuerdos del desierto Pienso en nosotros dejo caer la arena lame mi cuerpo nuestro amor es salvaje
Hubo espacio en MI carne para ti, que deseas el querer de mis días mis besos fueron versos, melodías con poemas todo mi amor te di Amor tan nuestro, el alma me bebía…
Tiré la luna derribé aquella noche, apagué las estrellas. Aparqué instintos, sacudí aquel temor
Salimos de aquel lugar y anduvimos por la calle, sentí una voz dentro de mí: —¿Hay alguien aquí? —¿Lara puedes venir? Sentí un escalofrío…¡Eso era una sesión de ouija! ¡Alguien me estab...