POESÍA JAPONESA
El pulso se acelera late el corazón como loco, creo morir cada vez que te miro. Influjo del amor y el delirio que en mí provocas,
Sentada en la cama en mi cuerpo la brisa otoñal hace que se erice; y que empiece a rememorar. Recuerdos de tabernas
Saudade de ti de tu cuerpo hermoso tirado en la cama, de tu boca hambrienta de la mía, que besabas
Entre los suspiros de sus ojos y los míos, se quedó latiendo un corazón entre la mar y el cielo. Palpitar loco
In Love así me sentía con él en estos momentos de intimidad tomando un té en la cocina. Un rayo de sol iluminaba
Ahora me doy cuenta de que tengo consejos para todos, menos para mí. Quiero ser fuerte me gustaría intentarlo
Miro mi luna desde la cristalera, entra su rayo, ilumina mi piel de suave seda.
Quiero que sepa el mundo entero que ya no te quiero, que por logré decirte adiós. Solo deseo no verte jamás, que esa mirada ya no sea para mí.
Lo admito siento temor de sentir este temprano amor por ti. A pesar de mis recelos
A cuerpo abierto resplandecía, la espuma del mar la lamía. En el ocaso esplendoroso sus ojos se ensombrecían
El dolor de la ruptura de un amor, aún vivo y palpitante, te marca hasta las entrañas. Pero puedo vivir sin ti. Mi corazón salvaje,
Solo soledad en esta expiación que me lleva a suplicar este día amor dejaré atrás la cobardía solo quiero que en esta redención, pueda decir que yo no te mentía
Por que soy libre y yo elijo. la sociedad me quiere esclava, pero mi libertad me la gané el día en que entendí que solo yo podía guiar mi vida.
Adoraba la sensualidad de la hierba en mi espalda, tocar la tierra, amasarla con mis manos. Me hacía sentir viva,
Le caía encima una melancolía dulce, como una caricia leve, que le oprimía el corazón a veces.