POESÍA JAPONESA
¡Cómo voy a mirar tu bellísimo rostro, tu piel perfecta, que ni un lunar la desmerece! ¿Qué haré contigo, amor?
Amigo mío, hoy quiero contarte, que cuando te vi me enamoré hasta de la sombra que bajo la farola vi. Qué mis pensamientos
Hay una lasitud en la atmósfera, un vivir sin preocupaciones el presente que dan ganas de quedarse para siempre aquí, en estas playas de Granada, acunada por unas indolentes y placenter...
Soy animal salvaje, que nadie amaestra. Ojalá te des cuenta de lo imbécil que has sido, dejándome marchar.
Caminando por las calles tuve un déjá vu, sentí que había estado allí. Mis pasos resuenan en el empedrado,
La felicidad será estar contigo. No sé cuándo. Será en el momento ideal... y será
Ahora me doy cuenta de que tengo consejos para todos, menos para mí. Quiero ser fuerte me gustaría intentarlo
Hoy, no sé porqué la tristeza está mordiendo mi carne blanca, la muerde, la mastica y la escupe como
Sobre mi boca dibujando una lágrima, en la tez nívea aflora del olvido; sonando al alba
Te he repetido hasta quedarme sin voz que soy tuya, tuya por siempre. Créeme cuando te digo que nunca he amado
Me das un morreo de despedida que me deja tiritando todo el día, pienso, que no falten tus besos. Cuándo llegas por la noche
Mi pecho gritaba, pero eres tú el… camino por la calle, cojo un cigar… del paquete rojo, pienso en que quieres hacerme, pero no conseguirás que sufra.
Quiero leer con mi mano poemas que entre tu piel; se muestran para mí. Tu cuerpo un libro abierto.
A veces hasta lo más delicioso como un marrón glasé, sale agrio. La vida un sinfín de sabores, construyendo avenidas en las lengu…
En el río Darro tus pies bañabas, en la fría agua como un niño disfrutabas. Entre dos luces