Nadie nos mutila la memoria, puedo sentirte con todos tus miedo… más allá de los linderos del alma, entre palabras cálidas de agua y m… donde soy todos los versos que te…
Ese fulgor que nace de tu boca mad… gastándose en la esperanza con tu recua de palabras inventada… y ese oleaje de miradas, Con las que me seduces a seguirte,…
Con la esperanza apretada aquí .. en estas manos que tocan el acorde… y su tristeza, en otra brisa purpura de octubre cambiándole el color a las hojas
Desnudándome del desnudo que me di… mis ojos ya no son más... que la milésima parte del fanal de… Soy la lumbre efímera... la imposible divisa destrozada
Yo no te nombro... pero sigues agazapado en mis pensa… vigilante, al roce de mis alas las que brotaron una tarde de mi e… como las palomas del parque
Justicia En esa mirada indisoluble que no m… cuando te contorsionas, amante de luciérnagas tras los deseos que exigen hon…
Pasa, que te inventé un día cualqu… como a cual iluso pájaro desplumad… que le faltan ganas para volar, para sanar heridas de un pasado re… y esta triste sonata, que ya no…
Ese hombre que mira el mar, con su parco vestido de cenizas bajo el encanto sombrío de la tard… que languidece en el ruedo de la a… Ese hombre que lanza su anzuelo
El pensamiento se agota Y los recuerdos fluyen como cascadas... se entrampan sabiamente se convierten en palabras que viaj…
Reniego de este existir, sin tu risa loca y descabellada abotonado a mi espalda cada vez qu… Palabras que palpitan sudorosas en un papel amarillento y desleído…
Entre los azules del mar las velas ondean con la brisa dejándome gastada la sonrisa escrita en quimeras color sepia. A la deriva, en la distancia,
Solo el viento podría escucharme silbando en este instante, añeja de ausencias, abandonada en espacios mentirosos y agotadoras penas
La poesía es como el viento, o como el fuego, o como el mar. Hace vibrar árboles, ropas, abrasa… hojas secas, acuna en su oleaje los objetos que duermen en la play…
Huidiza de brisas ajenas quedan las quejas que se abaten en el tiempo cercándome siempre al quebranto de… atajando la congoja entre imágenes…
En un todo irreductible que orilla el horizonte soñoliento cuando la tarde preconiza esbozos, cansada de vagar como en un limbo Voy por este mundo insomne