admirando en la calle la foto de una mujer desnuda
Cuando el proceso histórico se interrumpe,
la necesidad se asocia al terror y la libertad al tedio,
es tiempo de admirar la seducción que habita en las mujeres.
Anónimo
Vagando sin meta alguna por las calles de la Ciudad de México durante el año 4AD, en uno de esos tantos fines
de semana cuando todo es hastío — pues uno siente que el tiempo se detiene y nada sucede digno de pasar a formar parte en los archivos de la historia universal, o mínimo como un pensamiento central de la propia existencia
histórica, y la libertad disponible lleva a la rutina diaria de cada día ante el temor de salir del círculo de confort — este estancado Corazón Apasionado observa la portada de una de las así llamadas “revistas para adultos”. En esa ocasión la foto es atrayente, sin vulgaridad y dejando un poquito que la imaginación haga su trabajo. Se la pasa un
par de minutos observándola. Grabando en su mente cada curva ... cada mí-ni-mo detalle. Camino a casa Erató le susurra los dos primeros versos y en llegando se encarga de finalizar su siguiente poema