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¿Y si llegaras tarde, cuando mi boca tenga sabor seco a cenizas, a tierras amargas? ¿Y si llegaras cuando
Quiero en la tierra que me dio la… en olvido yacer cuando la muerte me llame con su voz callada y fuer… a su danza de asfódelos crecida... ¿Nadie reclamará la destruida
Yo, con las piernas tullidas. (El día —Mercurio de sol y prisa— corre en sus alas de nickel.) Yo, con las manos inútiles,
Dórmiti, mi nengre, dórmiti, ningrito. Caimito y merengue, merengue y caimito. Dórmiti, mi nengre,
Descalza en el umbral de la mañana naces de un fondo de amapolas rota… y de ti misma convertida brotas en geranio, en naranja y en manzan… La dulcísima brisa una ventana
Toma lección del pez o de la piedr… abre el pecho al silencio de María… tu sol desciende, se consuma el dí… tu palabra debajo de la hiedra. La espada, huésped sorda del latid…
Levanta a mí tu perfumada llama y envuélveme en tu círculo de fueg… Si el aire te acaricia con su jueg… hecho rocío el corazón te ama. Hacia el parado tallo en que se ad…
¿Por qué, María, no subes A los claustros celestiales? ¿Te quedas con los mortales Celadora de las nubes? En un coro de querubes
Que me cierren los ojos con uvas! (Diáfana, honda plenitud de curvas… Que me envuelva un incendio de man… y un claro rumor de dátil y azúcar… Que me envuelvan –presagio de pulp…
Te siento respirar sobre mi hombro y el río de tu aliento me desnuda; casta te abrazas a mi estatua muda mientras de besos tu nocturno alfo… Asoma el alba su rosado asombro
Cuando en el río helado del espejo vierto la soledad de mi figura, miro cómo afanosa mi criatura se quiere desprender del hombre vi… Es la batalla en que sin miedo dej…
Ya sólo soy la sombra de tu ausenc… una oscura mitad que se acostumbra… dulce granada abierta en la penumb… madura a tu rigor. Sorda existenci… Desmayado vivir, ciega obediencia
Cada cosa tiene un pulso: Pon la mano en su latido. Cada cosa dice algo: acerca humilde el oído. Poema de la ele
Huerto de paz halló junto al vener… donde la sed no quema la garganta, donde la fuente pura mana y canta para mojar los labios del viajero. Aunque es de noche mira con entero
El pie en el primer estribo Del viaje inicial. En los ojos, en los ojos ¡qué mundos de maravilla! Y la primera mirada