(Río de Janeiro)
#EscritoresEspañoles
Esqueleto de plaza, no entraré, me… Lanza el silencio gritos: plebe qu… con un lance espectral que en la s… a un quimérico toro da un torero f…
¡Qué lluvia de saetas! Certera, e… de laurel, incesante, la campiña l… ¿O es fugitivo ejército que cede a… de la noche que llega, más compact… II
Morelia... ¡Qué quietud! ¡Cuánta… ¡Qué larga paz en tus jardines lat… Tu viva historia es ya leyenda pur… Queda su encanto en ti como perdur… el sabor de los frutos en el ate.
Colombia, no he de entrar contigo… tierra del buen hablar, que me enseñas, de toda tu gramáti… únicamente un verbo irregular.
Rauda la carretera se desliza y el coche tiembla con los vivos r… de un vaporoso traje de mestiza y un oblicuo relámpago de ojos
Bridge es “puente”. ¡Y pensar que… con la dama y el jack entretenida, un día llegarás, por ese puente, de esta vida de bridge a la otra v…
Triunfan en tu cuerpo todos los pe… Son tus labios rojos flores de men… Son simas de orgullo tus ojos rasg… Tus palabras roncas, torrentes de… Tenazas de gula son tus dientes bl…
En el monte la oveja quedó perdida, —pobre ovejilla tierna — y han salido los lobos de su guarida.
Un mar de pétreas olas... Ya se q… Como a piedras preciosas, la nebli… va envolviendo las cumbres, amorti… ¡Oh aislamiento, que sólo con lo d…
Ardes con el cohete del cielo, con… de la grúa y la carga y el disco e… Ardes, oh Nochebuena, sin Niño y… sin otro frío que el de un alma so…
para una plaza colonial ¡Claxon, silencio! ¡Chitón, tráfico. ¡Detente, oh vida! Que aún está en este rincón la vieja España dormida.
Han venido los húngaros, hermana, osos de tardo andar, monos ladinos lleva la miserable caravana. Son los hombres esbeltos y cetrino… Fuman pipas enormes. Llevan rojos
La voz del mar es un clamor de fur… de paroxismo. En el temblor del ag… con espasmos de amor y de lujuria, tal vez un mito divinal se fragua. Líquidas trallas baten los cantile…
Al aire te impulsó gigante anhelo; mas, con tu propia exaltación en g… vuelves a echar, nostálgico del su… tus anclas vegetales a la tierra.
De tu color teñido, te ciñe el fue… con su caricia, oh tierra; de amor… y, como en cada hoyuelo sus labios… te va marcando un beso moroso en c…