Aquí salta el oleaje, con la suma
de infinito y espuma y abordaje.
Hay conchas, algas, bruma. Y el lenguaje
que en la brisa salvaje halla mi pluma.
Aquí, con el coraje que trashuma,
el firmamento empluma algún mensaje.
Y un marino perfuma este paraje
cuando, memoria en viaje, fuma, fuma.
Aquí dejan las olas su latido.
Todo el mar comprimido en caracolas
que recitan a solas lo perdido.
Aquí el piélago riega su secreto,
el salado alfabeto que congrega.
Aquí de pronto llega mi soneto.