De lejos
Nos besamos toda la noche,
autosuficientes,
y se ahogaba entre los dientes
de ambos tanto derroche;
Tanto amor, tanto dolo y reproche.
Sabíamos que era la ultima vez
e hicimos el amor. La sencillez
de nuestros mundos de barrio
fue un fulgor tan necesario,
como besar en la penumbra tu ser.
Es difícil escribir ahora
por que no estoy triste ¿Oís?
no estoy triste, sino feliz;
Al pesar de estar solo y vos sola,
feliz bancando las horas
que se que me van a dejar en quietud,
cuando la noche desarme la virtud
de actuar con positivismo,
dejándonos en el abismo
del amor, donde no cabe la juventud.
Sabíamos soltarnos, lo sabíamos
¡Que crueles!
Nos dejamos y nuestras pieles
se iban sabiendo que lloraríamos.
No lloremos, es lo mismo,
sabré dichoso que en tu cama
fui propicio esta mañana,
como sé ahora, insurgente,
que somos como nuestras almas nos sienten,
que somos dos que, de lejos, se aman.
