Estoy frente a ti, inmóvil, tú ni te inmutas, tú ni me miras, pero yo te miro a solas, a solas como un niño mira las estr…
Mascara de la noche, velo secreto que oculta mi rostro. Inocente, inasible e inocuo. ¡Oh!, déjame ver tu esplendor. Libera en mi el deseo y la impacie…
Me vi mirándome desde lejos, inmóvil se me termino el día, paralizada la noche vio mi rostro, ante un espejo casi imperfecto. ¿Qué he de amar?
Y ahora me besas, el río me toca, cae desde mi cuello, es tu boca. Tu cabello se enreda,
No se puede ser feliz sin ninguna compañía yo sé de las tristezas y de las noches frías Sé de flores y de estrellas
Hay en mi calor o en mi color un no sé que que se ha ido. Es para los olvidados
Mente eterna, infinita e ilimitada ha creado toda la naturaleza no a su imagen y semejanza ¡mejor!, a su conciencia. Con fe, fuerza y grandeza
¿Dónde estás? No estás en el local de vestidos d… frente a la plaza comercial No estas en el rostro de la gente No te encuentro en los desayunos
No te detengas cree en ti no mires el pasado ni el dolor que estuvo ahí Camina o arrastrate
He visto emerger demonios de oscuros bosques y lechos. He visto renacer de la oscuridad lagos de fuego. He visto a los hombres
No he sido ya de ningún sitio, ni pertenezco más a esta esfinge. Cuadros que decoran mi cuarto. ¿Los huéspedes se han ido? Y si regresasen, ¿Quiénes serían?
El poeta es una espada degollador de mentiras que a la naturaleza ama y que por una flor lloraría
Recorre el cielo oscuro la noche más larga las estrellas al noroeste no las vuelvo a ver. La luna, detrás de la montaña
Recorre el cielo oscuro, la noche más larga. Las estrellas al noroeste no las vuelvo a ver. La luna, detrás de la montaña,
Que gran locura esa la mía, la de querer ser todos y no ser ninguno. Que gran locura esa la mía, la de creerme rey