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Rostro

Estoy frente a ti, inmóvil,
tú ni te inmutas,
tú ni me miras,
pero yo te miro a solas,
a solas como un niño mira las estrellas
con toda la libertad del infinito.
 
Sobre tu pecho veo tu rostro,
inmaculado, irónicamente sórdido.
 
Sobre tu rostro, aquel cielo,
ese cielo de un azul triste
como mis ojos que te miran
y se miran entre ellos
cuando ven un espejo
y no ven tu rostro,
si no el reflejo
de la soledad inmersa
bajo aquel cielo azul
que es tu rostro.

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