Llueve en mi cuarto. Llueve y cal… El frío muerde los huesos como muerde el olvido la tierra que ayer fue un hogar. He visto ríos teñirse de sombra,
Ajeno a los espacios donde habito esperando impaciente tu encuentro ajeno a las mentiras de la vida esperando tu sonrisa, tu mirada ajeno a mi mismo y a tu ausencia
Campos de trigo dorado trigo que alumbra tus llanuras dorada espiga en el dorado campo
son los cipreses las sombras de los muertos que nos vigilan
Nacemos del olvido, morimos en la espera, y entre dos vacíos buscamos un reflejo que nunca fuimos.
Ya no valgu pa jacer gran cosa, ya no pué el braciu con la zoza. Ya no valgu pa la recía, ni pa jalcá la jesa en el día. La jerramienta s’esta oxidando,
Cruscotto sporco di polvere accumulata, anima deteriorata, opaca nebulosa nel tempo della fuga
un cigarro arde se consume el día todo da igual
El tiempo pasa y no nos damos cuenta casi es invierno
desde que faltas todo se volvió triste todo se apaga
Es la locura la razon de vivir sin tu presencia
Otros poetas cantaron tu belleza enamorados
Sono il sospiro di un universo dim… l’istante che non è mai stato, e nella mia mente, la nebbia bruci… Cos’è la ragione se non una fiamma che si spegne al toccare del nulla…
Camino sobre tu piedra dorada helada por la escarcha de la auror… testigo de incontables madrugadas Como níveo manto la niebla se enre… en las torres que desafían el tiem…
Me llevan. Cuatro sombras sin rostro, sin nombre, sin alma, me llevan. La noche pesa en mis párpados,