(1982)
#Españoles Versos 1982 De distraerme para
María, a nuestro lado, ¿qué rugía? Luz de octubre encendía la mañana. Mas luz de primavera en ti dormía, y luz en mí, de primavera humana. El Parque del Oeste en guerra ard…
Resbalando por esta sima umbrosa, yendo sin freno el pie tras la mir… la mano tanteando en piedra helada… y presa la mirada en lumbre hermos… por esta sima voy. ¿Qué luz undosa
¿Habrá algo más hermoso que quedar… Sólo el pájaro sabe de esta gracia y el horizonte aquel que de la luz… sin dolor, con un leve marcharse a… al calendario triste que siempre d…
Me han traído unas lilas... ...son blancas... y dan tan hondo… ...me llevan hasta mi mujer ya mue… ...las plantamos los dos juntos al… ...del jardín.
No las oyes aunque corren... (¿Llevan envueltos sus pies en flores?) No las oyes
¿Qué importa cuanto no es azul o r… pequeño violeta o rojo suave? ¡Ay, lo que pasará, tal vuelo de a… conmueve la mirada más ansiosa; lo que no volverá!... Tan nimia co…
El soneto es tan ágil como un brin… brinco de corazón o catarata despeñada en un tiempo que delata el deseo del curso hacia un ahínco de no ser y de estar. En él afinco…
Aquí, sí, pulcritud de pulcritudes… perfil al vuelo afin, nivel de ard… estás, oh mariposa que divides cielos de nieve y rosas de laúdes. Oh cuán lírica maga de altitudes
1. Tiempo-caricia El dolor de una piedra aún más hondo que un sueño quejido de unos siglos
Esa nube fue y se fue. ¡Qué limpio ha dejado el aire la pureza de ese ser que existió para negarse!
Y la vida, la vida es un instante mas cual millones de mayos perdura… cae pronto y se levanta pronto. No es un olvido. Quien ve amanecer ve lo bastante;
El soneto es tan ágil como un brin… nadadora de noches perfumadas; aquí, tu voz, tu risa, tus miradas… esta rama de amor tejen espesa. Desde el pálido gris a la frambues…
Has de quedar, así, dominadora del tiempo y muy presente, aunque… yo te digo, mujer, que no se pierd… si fue de hermoso amor, ninguna au… Como ahora has de quedar; no en ot…
Milagros de cristal, ciegos deliri… en rubios mares de fervor mojados, rocíos de la aurora coagulados en párpados de luz, silentes irios… Broches del cielo, presurosos liri…
Te adoro nube porque eres símbolo mío en la tarde, púrpura que acaba en nieve, nieve que acaba en el aire... ¡nada entre tanto combate!