#EscritoresEspañoles
Cielo, pino, agua, Dios. Cuatro
En silencio como el río, en silencio, largamente como el chopo,
Escarcha tuya brasa de pronto siento que me ha besado
El soneto es tan ágil como un brin… nadadora de noches perfumadas; aquí, tu voz, tu risa, tus miradas… esta rama de amor tejen espesa. Desde el pálido gris a la frambues…
No sé de dónde venía, ni nada me sostenía. En sólo huir me entendía. ¿De un orto que no era un orto, yo
¿Quién ha escrito en tu frente esa… frases tan misteriosas, tan oscura… Fronteras para el nácar, nervadura… de ónice en unos cielos aurorales. ¿Qué dicen, qué dirán esas geniale…
Milagros de cristal, ciegos deliri… en rubios mares de fervor mojados, rocíos de la aurora coagulados en párpados de luz, silentes irios… Broches del cielo, presurosos liri…
Aquí cesa el clamor; ya nada canta… Aquí el silencio su contorno impri… Sólo el pecho, nevado y tan sublim… de pie puede servir a la garganta. Ya, como con las albas, se levanta…
El soneto es tan ágil como un brin… brinco de corazón o catarata despeñada en un tiempo que delata el deseo del curso hacia un ahínco de no ser y de estar. En él afinco…
El pañuelo; te hallabas en un fond… donde el trajín y un ruido de biel… y corales, delfines, algas y azucenas, acacias, te incorporaban… No, adiós no le decías
Viene del paraíso un pájaro sin cuerpo llora vaho vive cilicio
Te adoro nube porque eres símbolo mío en la tarde, púrpura que acaba en nieve, nieve que acaba en el aire... ¡nada entre tanto combate!
Mirar, pero no ver, colocar otros ojos, quizá los de aquel niño que viejísimo mira. Unos ojos perdidos
¿Habrá algo más hermoso que quedar… Sólo el pájaro sabe de esta gracia y el horizonte aquel que de la luz… sin dolor, con un leve marcharse a… al calendario triste que siempre d…
Resbalando por esta sima umbrosa, yendo sin freno el pie tras la mir… la mano tanteando en piedra helada… y presa la mirada en lumbre hermos… por esta sima voy. ¿Qué luz undosa