Yo soltaba los galgos del viento p… A machetazo limpio, abrí paso al p… Te busqué en los castillos a donde… por todas las estancias de tu rein… afuera de los sueños, en los bosqu…
No aceptamos lo dado, de ahí la fa… Sol de mis ojos: eternidad aparte,… Pero se da el presente aunque no e… Luz a veces a cántaros, pan de cad… Se dan tus pensamientos, tuyos com…
Una paloma al volar su dorado pico abría; todos dicen que me hablaba, pero yo no le entendía. Dame las alas, paloma,
Manantiales del agua ya perenne, profunda vida abierta en tus ojos. Convive en ti la tierra Poblada, su verdad
Hora extraña. No es el fin del mundo sino el atardecer. La realidad, torre de Pisa,
La luz final hará ganado lo perdido. La luz que va guardando las ruinas del olvido. La luz con su rebaño
No soy el viento ni la vela sino el timón que vela. No soy el agua ni el timón sino el que canta esta canción. No soy la voz ni la garganta
Me empiezan a desbordar los aconte… (quizá es eso) y necesito tiempo para reflexionar (quizá es eso). Se ha desplomado el mundo.
¡Qué bien se hace contigo, vida mí… Muchas mujeres lo hacen bien pero ninguna como tú. La Sulamita, en la gloria, se asoma a verte hacerlo.
Vengo al aire, del agua, más liger… a reanudar la que se rememora. Saco el pecho en el tiempo. ¿Ves… los cuerpos de esta falsa primaver… ¡Qué pretensión de paraíso fuera
Si te hundiera en una tina, vería el volumen que desplazas. Si te colgara de un pie, hasta qué punto eres un bulto. Estoy perplejo porque eres.
A punto de morir, vuelvo para decirte no sé qué de las horas felices. Contra la corriente. No se si lucho para no alejarme
Qué difícil es coordinar una mano como una aureola de santo en la cabeza y otra en un plano perpendicular
Háblame de las calles y de la nochería submarina, que mece allá abajo su cielo. Y el firmamento aquel
Qué bien barres mis sueños, cabeza de bruja, cabeza de escoba. ¿Andas arriba o abajo? Levantas polvo, levantas bronca. Buscas debajo de la cama