#Mexicanos
Recuerdo el paraje del aire donde… las palabras que decimos, cuando p… oídos, y los globos de colores que… caramelo cada vez más pequeñas, ha… boca azul, y luego nada, sino el l…
El agua, entre los álamos, Pinta la hora, no el paisaje; Su rostro desleído entre las manos Copia un aroma, un eco... (Colgaron al revés
A esta hora ese telegrama amarillo Ya sólo trae malas noticias: Un hombre, yo, tan agobiado... ¡Cómo abre —¡qué lívida!— Sus ventanas, leyéndolo, mi casa!
Y sólo sé que no soy yo, El durmiente que sueña un cedro H… Y pues que he nacido de muerte nat… Paso ya, frenesí tardío, tardía vo… Me miro con tus ojos y me veo alej…
Más supo el laberinto, allí, a su… De tu secreto amor con las esferas… Mar martillo que gritas en yunques… La sucesión contada de tus olas. Una tarde inventé el número siete
Todo este día corrió El tren por mi pensamiento. Toda la noche su sirena Rayará mi desvelo. Y no poder imaginar
Las cosas que entran por el silenc… Sabemos, porque nos dejamos olvida… Soledad llega por los espejos vací… Rompiendo las vitrinas de museo; l… Granadas para que entre el grillo…
Y saber luego que eres tú Barca de brisa contra mis peñascos… Y saber luego que eres tú Viento de hielo sobre mis trigales… Frágil contra la altura de mi fren…
Sólo tu palabra, Río, deletreada, Repetida, agria. Sólo las estrellas —Solas—en el agua
Apuntamos aquel cielo Que se nos desplomaba, verdinegro. Los que pasaban a lo lejos eran ¿Sombras chinescas En la pantalla del crepúsculo?
Todos los días 4 son domingos Porque los Owen nacen ese día, Cuando Él, pues descansa, no vigil… Y huyen de sed en sed por su delir… Y, además, que ha de ser martes el…
¿Y aquel otro Caminito del cielo Por donde anoche fueron Nuestros ojos? Cuatro príncipes iban sobre él;
Me acerco a las prudentes Islas V… Abeja (la canela y el sándalo, el… Y otras, las rubias, el añil y el… Pero son demasiado cautas para mi… Y me huyen, fingiéndose ballenas.
Pero me romperé. Me he de romper,… En la que ya no caben los candente… Y lo que fui de oculto y leal sald… Subirán por la tarde purpúrea de e… O bajarán al ínfimo ataúd de ese o…
Palabras oscuras, que entonces Me parecían, ¡ay!, tan claras. Hoy me estaría aquí pensando Hasta el alba, desesperadamente, Sin arrancarles un sentido: