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La vaga esperanza mía se ha quedado en vago, ¡ay triste! Quien alas de cera viste ¡cuán mal de mi Sol las fía! Atrevida se dio al viento
No entre las flores, no, señor don… De vuestros años, áspid duerma bre… El ocio, salamandria más de nieve Que el vigilante estudio lo es de… De cuantas os clavó flechas el cie…
Hermosas damas, si la pasión ciega No os arma de desdén, no os arma d… ¿Quién con piedad al andaluz no mi… Y quien al andaluz su favor niega? En el terrero, ¿quién humilde rueg…
De chinches y de mulas voy comido, Las unas culpa de una cama vieja, Las otras de un Señor que me las… Veinte días y más, y se ha partido… De vos, madera anciana, me despido…
Deste más que la nieve blanco toro… Robusto honor de la vacada mía, Y destas aves dos, que al nuevo dí… Saludaban ayer con dulce lloro, A ti, el más rubio dios del alto c…
Herido el blanco pie del hierro br… Saludable si agudo, amiga mía, Mi rostro tiñes de melancolía, Mientras de rosicler tiñes la niev… Temo (que quien bien ama, temer de…
Pálida restituye a su elemento Su ya esplendor purpúreo casta ros… Que en planta dulce un tiempo, si… Gloria del Sol, lisonja fue del v… El mismo que espiró suave aliento
El que a su mujer procura Dar remedio al mal de madre, Y ve que no la comadre Sino que el Cura la cura, Si piensa que el Padre Cura
Corona de Ayamonte, honor del día… Estas piedras que dio un enfermo a… Hoy os tiro, mas no escondo la man… Por que no digan que es cordobesía… Que dar piedras a Vuestra Señoría
Una moza de Alcobendas Sobre su rubio tranzado Pidió la fe que le he dado, Porque eran de oro las prendas; Concertados sin contiendas
De mi sastre en el hurtar la mano es tan singular, que si cae la tela en ella cuando la empieza a doblar, ya puedo doblar por ella.
Varia imaginación que, en mil inte… A pesar gastas de tu triste dueño La dulce munición del blando sueño… Alimentando vanos pensamientos, Pues traes los espíritus atentos
Parió la Reina; el Luterano vino Con seiscientos herejes y herejías… Gastamos un millón en quince días En darles joyas, hospedaje y vino. Hicimos un alarde o desatino,
Ícaro de bayeta, si de pino Cíclope no, tamaño como el rollo, ¿Volar quieres con alas a lo pollo… Estando en cuatro pies a lo pollin… ¿Qué Dédalo te induce peregrino
Hojas de inciertos chopos el nevad… Cabello, oirá el Genil tu dulce a… Sin invidiar al Dauro en poca are… Mucho oro de sus piedras mal limad… Y del leño vocal solicitado,