Quedarme dormida para soñar... Soñar que todo tiene sentido que vivo para amar y desear que quiero y doy mi vida por los que creo son mi verdad.

Nunca soy tan poeta como justo antes de quedarme dormi… En ese “aquí” el letargo desarraiga mi cuerpo; y las palabras, insolentes,

¿Recuerdas cuando me mostraste este cuadro? El duque de Orleans exhibiendo a su amante. De Eugene Delacroix. 1825-1826. Es un cuadro hermoso y triste a la vez. Hermosamente ejecutado. T...

Agua fría sobre mis pies, en este invierno que me lleva del revés. Y el corazón ardiendo, inmaculado, me transporta con cada gesto a tu lado. Eres en mi la luz del calor, lo íntimo del ...

Quédate aquí, a mi lado No te muevas Así, sin vernos ni tocarnos, pero… Quédate que no puedo estar sola El alma me quema

Esclava de mis quimeras. Miradas en el espejo hechas de cadenas, expectativas imperativas... Sales negras.

Me cubre la bendita esfera de plat… cargada de mis lágrimas en silenci… gotas de sal... Los destellos rosas del protector… como vetas de este ancestral amor

¡Bendita sea la vida! ¡Bendito el… Cada instante trae nuevas melodías con los acordes del soñar. Mi imaginación fundida con la real… revelando colores vibrantes,

con orgullo temerario, sin casi respirar... ni pensar. Más alguna vez, impredecible en el vasto sinsentido, surge la solidaridad, el comprender, el perdonar... acariciamos la dulzura......

¿Cuánto llevo soñando con ir al bo… a por piedras y musgos y hojarasca… Ellos quieren subir pequeños risco… de sentir como sería el mundo si h… Y subo lenta por esta cuesta,

Soñar este amor me destruye, ahora respiro mis propias cenizas. Si porque no te debía querer te hubiese olvidado. Si porque no tenía sentido amarte

Y las lunas pasan lentas, mi alma sigue inquieta... Apenas se duerme este dolor que crepita por no saber de ti.

Yazco acomodada sobre la suave y alta hierba japonesa, mientras las sensaciones dicen “mi cuerpo no pesa” Bajo el manto de la hierba y las flores, mi sonrisa flota y mis manos, abiertas...

Noche, otra vez de noche, sin dorm… Con un silencio escrito sobre roca… y sueños con antojos de desvelos mientras el cielo oscuro me requie… Las sombras de la luna esbozan pas…

Tú, espejo, con esos ojos tan abie… ¡Todo está exactamente igual! Más la llama azur, oro y carmesí, con su forma siempre mutable, inundó todo mi interior... y quemó…