Renaceré
“Hay perfumes intensos para los que cualquier materia es porosa. Se diría que atraviesan el vidrio... o en una casa desierta algún armario lleno del acre olor del tiempo, polvoriento y oscuro, encontramos a veces un viejo frasco que contiene recuerdos, del que brota vivaz un alma retornada...” C. Baudelaire
Tú, espejo, con esos ojos tan abiertos, clamas,
¡Todo está exactamente igual!
Más la llama azur, oro y carmesí,
con su forma siempre mutable,
inundó todo mi interior... y quemó,
fundiendo diversas maderas y resinas,
generando desconocidos perfumes y
liberando crepitares de inefable soledad.
Algo en mí asiente y entiende,
...no soy la misma...
Da igual lo que los ecos de espejos reciten
en sus infinitas imágenes encadenadas.
El calor de ese fuego me cobija,
aunque me aturde, me mantiene viva,
me dirige y alardea de nuevas rutas...
Sueña con horizontes llenos de novedad.
Desconozco el alcance,
el cómo, el por qué,
más vivo y entiendo...
de la inesperada fusión
de mis maderas y esencias,
resultó el cambiar.
No sé qué ignitó la llama,
Poco importa ya. Toca aceptar.
¿Cómo enfrentaré al nuevo horizonte abierto?
Mi conciencia no decide, lo hace mi nuevo yo,
cuyas piezas fluyen, calzando en mi pecho,
Se ajustan sin disentir. Obedecerán...
Y a mí sólo me queda dejarme llevar.
Mil días de plazo, con el caer de la arena sin cesar,
Mil sonrisas tristes luego de ver llover,
hasta ahora sólo había podido temblar.
Todos y cada uno de aquellos días fueron el último.
Hasta que me acostumbré... y olvidé desear
el cambio que acaba de llegar.
Lo que era, no lo soy más en mí, he aquí un nuevo yo,
una entidad extraña, escondida en mi interior, ahora es,
y decide y tomando la iniciativa ha ocupado este lugar.
Me sonríe y con amor dice: ¡Aromas nuevos habrás de inhalar!
Ha sido abrir los ojos, parpadear, y conceder... todo tiene un final.
Ocupados mis más recónditos rincones, por mí misma,
con cenizas mágicas policromadas que transmutan en ilusión
aquello que antes sólo hablaba del gris color del dolor,
Bendito sea el estar desplazada, ocupada por nuevas voluntades...
Bendita sea mi vida, ¡Con que ganas abrazo este día!
Estoy a lo que haya que estar... Renaceré...
Confiaré en mi misma, en la síntesis nueva,
Y en el aprender eternamente, una y otra vez, a amar...
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