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Suena la melodía

Se importunaba al esperarla,
Vestido de negro,
Al pie de un florero,
De la colonia centro.
 
Eran días de prisa,
De rosa revista,
Clichés de moda,
Teatro del ahora.
 
Y si apenas se acercaba,
El temblaba,
A arqueadas miradas,
Diatriba de armas.
 
Y ahí entre chispas,
Sonaba una melodía,
De tito Guizar,
Mientras ella le correspondía.
 
Algunos años después,
Rugía la premisa,
Un avión que se caía,
En la casa de los canto García.
 
Lagrimas ofrecidas.
Un ídolo y su concurrida,
Plaza llena,
Que lo despedía.
 
Y él al verla quedó flechado,
Tal vez fue por el luto,
Por el dolor de un abrupto,
Un mediático y florido punto.
 
Luego tras otro día,
Sonaba la melodía,
Amorcito corazón,
Bésame morenita.
 
Partían drásticamente las eras,
Corrían estudiantes,
Por las violentas aceras,
Bazucazo en la prepa.
 
Injusticia de nuestra historia negra,
Aventaban sus tanques,
A la plaza de manifestantes.
 
Él tomaba de su mano,
Suena la melodía,
Mientras se inspiraban,
Con Bob Dylan,
Una bengala homicida,
Los desaparecía.
 
 
Época de vino y cine,
Años ochenta,
La rebeldía retratada,
En la ropa holgada.
 
Afuera había emboscada,
Por lo poco que quedaba,
Del poli amor de los setentas,
Locura en habitación ajena.
 
Rock casi prohibido,
Solo algunos testigos,
Dentro del hoyo funki,
Parménides García.
 
Afuera en el metro,
Rockdrigo y el rolero,
Que nace y muere en Balderas,
La épica conjetura de velas.
 
Porque temblaba la tierra,
Y en aquel gris edificio,
El la abrazaba,
La música sonaba.
 
Un ataúd en la mañana,
El polvo de cuadras,
Eddie tocando jump,
Al borde del edificio Nuevo León.
 
Noventas de rebeldía,
La selva carcomida,
Y ellos ambos extranjeros,
En Chiapas se conocían.
 
Killing in the name,
Mientras la neblina,
De la metralla,
Los abatía.
 
Con sonidos a soldados,
Gritos y aeroplanos,
La música suena todavía,
El duelo cuando Ocosingo moría.
 
Ahora después de varios años,
La adolescente mira al interesado,
Que la conquistó con versos arrendados,
De la sección de enamorados.
 
De algún trueque rebelde,
Una red repleta de ayeres,
Y de frente al caballo,
Que Bellas Artes abre.
 
La música sigue sonando,
Se abrazan los novios,
Se escucha el entorno,
Rap improvisado al tono.
 
Y en una revuelta de colores,
Se firma la lucha,
Mientras viejos gobiernos,
Solo acusan.
 
Nadie podrá parar,
A la música que suena,
Al barrio que sueña.
A la justicia que altera.
 
A viejos y obscuros dinosaurios,
A pandemias que delatan estados,
Truncos e idealizados,
Esquiroles de antaño.
 
Pero la música sigue sonando,
Por todos esos barrios,
Músicos y artesanos,
Artistas, poetas, ciudadanos.
 
Se va la vida compañera,
León que canta,
A la Martin carrera.

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