Canción para acompañar: Sindicato del crimen, Siglo XXI.
“Cuántas veces con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas engañamos al diablo mismo.”
V de Vendetta
Se cierra el día y emergen los verdaderos rostros que alimentaron a los turistas, y sus pupilas brillan enamoradas
Todo es una ilusión dentro de otra… si no deslizas ante tus ojos el ve… Todos somos uno, y el yo es una le… No. No hay separación entre el mu… la división es un logrado artifici…
No desprecies a las hormigas Cuando vueles como un faisán, Y cuando te toque arrastrar Tus huesos por el fango, Recuerda que hasta el gusano
¿Por qué habría de elegir Entre la noche y el día? Si por la mañana hay Racimos de sonrisas Y besos de rocío,
Vigilia, no huyas de mí. Quiero amar sin conocer, Un amor de estío en enero, el sueño de una fría y eterna noche de verano,
Leves como chispeantes átomos Bailando en el dedo de Dios, Como la espuma efervescente De la séptima ola, Sin rémoras ni lastres,
Trajes de Armani, Gafas de Gucci, IPad, Rolex, Señuelos, señales De una mejor vida.
Qué bonito es vivir en Fantasía. Salvo que te lo creas. Yo lo hice. Me levanté del suelo un palmo Creyendo que levitaba,
Ya llegan... Con sus cantos de sirenas, El sable de ruido marchito, Sus marchas militares, Con el odio y el veneno
Fui hecha de amor y besos MI piel es de vuestra sal, Mis dedos son diez bocados En ambos lados del cuello. Fui hecha de amor y respeto,
Cae la noche Y siento que me abraza, Hasta cubrirme, Tu negra cabellera. La luna es tu ojito derecho
Tengo el corazón de mil años, De piedra, desvencijado, Erosionado por la arena, En ruinas por el uso, malogrado. Los mil inviernos en el alma,
Para nacer en ti he nacido, Para abrir mis ojos a los tuyos, Y así lanzar mi grito primigenio Asido al cordón de tu mano. Para nacer en ti he nacido,
Ríos de sangre anegan la plaza de La Puerta de la Paz Celestial… Aquí paz, y después gloria para la crema y nata del pueblo. Gritos de libertad y dolor,
Son tus ojos radiantes estrellas, y como lunas de nácar son tus dientes –menos uno–. Cada vez que sonríes nace una civilización alienígena.