Tejeme un suéter con tus venas y usa tus huesos de aguja.
Coceme en el fuego a tu gusto, sazoname con besos.
Bébeme en tus labios, y que tu alma se embriague de mi.
Guardáme en tu piel, como un tatuaje eterno.
Hiléme en la trama de tus brazos, para siempre juntos.
Sostenme con tu mirada, no me dejes caer.
Calientáme con tu aliento, en las noches más frías.
Llámame con tu voz, y yo acudiré sin preguntas.
A cambio, sembrare un jardín de besos en tu cuello, un mar de lagrimas recolectadas que acompañaron tu risa
Te cocinaré un banquete de susurros en tu oído.
Te tejeré un manto de abrazos que no terminen.
Te guardaré en mi corazón, como un tesoro eterno.
Te sostendré en mis brazos, incluso en tus sueños.
Te amaré más allá de la muerte,
Más allá del olvido, más allá del tiempo.
En cada reencarnación, buscaré tu alma y
en cada vida, te amaré con el mismo fuego.
Te esperaré en el cielo, en el infierno, en todo lugar.
Y cuando el universo termine, te amaré aún más.