13 de noviembre de 2018.
No hay talismanes, brebajes, ni rezos ciertos y puros a tu merced, pero tu mirada: esos ojos invocan el mar.
Esta condena es para siempre. La conciencia y los demonios bajo su cama le hostigaran cada noche se lo aseguro,
Me contempla incesante, plácida, reduciendo mi coraje a un pánico b… retumbante, un patético sentimient… cuyo ser me entumecía, solía ser cuán destello del cosmos abraza el…
Metían tu cadáver por el patio, la puerta principal de tu casa, los vecinos estaban en sus terrazas consternados, abatidos por la ausencia que estremecía el ataúd y unos clamaban por tu...
Tu boca me recuerda al pasado, y ahora te veo llegando implacablemente amoroso con palabras vacías y un grito sordo