#Peruanos #SigloXX
No tengo límites Mi piel es una puerta abierta Y mi cerebro una casa vacía La punta de mis dedos toca fácilme… El firmamento y el piso de madera
Me gustan los pájaros blancos Me gusta el azúcar la nieve Y la sal de la vida. Me gustan Las noches blancas y la blancura De la luna. Me gusta la leche
Ya todo se hace velozmente El rocío Se fabrica en un minuto La mirada ya no es necesaria Y en su lugar
Quién sabe en qué brazo divino, al… La oscura vivienda terrestre repos… Cuando sobre la nieve de casas dor… El mágico gallo su alba sostiene,… Dorado que asoma en la noche. Ser…
Inmediatamente después de haber le… Estas palabras Cierre puertas y ventanas No parpadee demasiado No asuste la temblorosa
Escucho su muerte resonante ¡oh mo… Como glauca música, y mi respeto e… Y oscuro como la oruga ante el sol… Yo soy el desdichado aceite que re… En una grieta de la tierra.
No me es posible escribir Sin recordar Por lo menos tu nariz padre César No me es posible enterrar tu perfi… En una rima y nada más. El fulgor
¿Conoces tu cuerpo esfera… esfera de la noche Huracán solar conoces tu cu… Conoces tu cuerpo conoces Tu admirable cabeza tus piernas mo…
Hoy quisiera hablar de mi conciert… De trapos de mi saxofón De terciopelo azul de mi clarinete Que sube y baja como el sol Hasta alcanzar la divina incandesc…
Puede ser que Dios sea una esfera Tan grande pero tan grande Y a la vez tan pequeña Que nunca podremos verla Ni tocarla. Puede ser también
Camino entre mi sombra Y la sombra de los pinos. Mi cuer… Es un puñado de hierba a la deriva Y el bosque azul que me rode Soy yo mismo que respiro. Y a no…
Cuanto puede el aire es Mostrarnos su semblante De planeta vencido, Quizás servirte de espejo Cuando te desnudas
Cuento los dedos de mis manos y mi… Como si fueran uvas o cerezas y lo… A mis pesares. Multiplico lágrima… Minuciosas gotas de saliva En estalactitas tibias y plateadas
Hoy me despido de mi patria Siempre salada y luminosa Gracias a su pescado Y a la divina espuma De mi infancia en el océano
Encerrado en tu sombra, en tu sant… Con el agua en las rodillas, te pr… ¿Es el peso del manzano, clavetead… Sobre mi corazón oscuro, o eres tú… Fugitiva de las horas, novia mía e…