#EscritoresPeruanos
Me gustan los pájaros blancos Me gusta el azúcar la nieve Y la sal de la vida. Me gustan Las noches blancas y la blancura De la luna. Me gusta la leche
Si el corazón se nubla el corazón La amapola de carne que adormece Nuestra vida el brillo del dolor a… El cerebro en la sombra y riñones Hígado intestinos y hasta los mism…
Quién sabe en qué brazo divino, al… La oscura vivienda terrestre repos… Cuando sobre la nieve de casas dor… El mágico gallo su alba sostiene,… Dorado que asoma en la noche. Ser…
center No hay poesía hay solamente Vida. Lo que pasa es que la gente No sabe que la poesía Es vida y sobre todo
Óyeme tierra, así, escribiendo así… En la espesura de pámpanos dormido… Mi pecho frío junto a mis intestin… Se ha cuajado. Mis dedos alhajado… Buscan el Árbol de la Noche, clav…
Excavo en mi dorado Perú Un reino puro y encuentro Una cuchara. Excavo más Y sale el rey con toda su joyería Y la reina mía enterrada
Veo las líneas de Nazca En la palma de mi mano veo La cola del mono en mi cerebro Y muchas otras líneas Que atraviesan mi pupila
Lo único que sabemos de Vincent Es que nunca dormía Ni comía ni bebía ni amaba Y que su vida era un misterio. Sa… Que tenía ojos y botines enormes
Apoye suavemente la cabeza En una almohada Sonría un minuto solamente Imagine que no existen El bien ni el mal
Habitaciones dolientes de esta cas… Cuyas puertas se abren con sed a l… Hay en ellas una madre y una espos… Cuya permanencia en el polvo es co… Plato de frijoles, una nube o una…
La gente dice que me he vuelto loc… Porque no uso corbata Ni sombrero. O porque me enamoro Siempre cuando llueve O hace frío. La gente se ríe
De pronto la conversación Se volvió oscura Ninguno de los dos entendió Al otro. Desapareció el teléfono El agua y la luz dieron origen
Yo que soy un payaso Sin oficio y sin calzado Yo que todavía Guardo mi vieja luna Y mis luceros de hojalata
La boca verde la cara violeta El ojo uno solo Pero absoluto la nariz doble Y la oreja en forma De paloma. Grita y solloza
Cuanto puede el aire es Mostrarnos su semblante De planeta vencido, Quizás servirte de espejo Cuando te desnudas