ENSOÑACIÓN
ENSOÑACIÓN
Y después de estar contigo,
tan lejanos y tan cerca,
es la cama un desierto
con las huellas de tu ausencia.
¿Por dónde andarás ahora,
niña de escarcha, sirena,
que escucho alegre el cantar
de tu boca de promesas?
Eres la sombra de gasa
que viene a mi cabecera,
y eres el beso que muere
disfrazado de leyenda.
¿Dónde te encuentras ahora
que mis manos te desean?
¿Por qué es la noche tan larga
ángel, mujer o quimera?
Sobre la mesa de noche
todas las horas se quiebran
y un ladrido lejano
va pregonando mis penas.
Cristal de la madrugada,
ábrele pronto la puerta
del lecho de sueños tibios,
de caracolas y arena.
Ven pronto, mi niña amada,
regálame la tibieza
de tu cuerpo y de tu pelo,
de ese jadeo que enajena.
