Soy... como el gato en la mañana esperando en tu ventana que me dejes entrar. Soy, como el sol que te calienta soy, la luz que te ilumina
Negro luto guarda siempre. Y cuando llega a mi puerta, a mí me gusta el momento de salir a contemplarla. Escondiéndose en la hora
Te regalo el eco de las olas, guár… que no se pierda su sonido monóton… envuelto en su vestido de espuma. Ponte tu collar de perlas entre ar… de baja mar...
Eran pasadas las cuatro y me desperté buscando tu mano: después tu cuerpo... que yo creía junto al mio. Sólo encontré sal esparcida
Furtivamente... Pasaste por mi lado rozando la par… La visión duró..., unos segundos, cuál rotación del mundo, en una vida llena de miedos y plac…
Cuando tú no estés, mi barca habrá partido y en mi dolor, no veré más la luz. Cuando tú no estés,
Recuerdo que la tarde de otoño era lluviosa; aparté la vista del libro que estaba leyendo con la intención de encender la luz del cuarto de estar, cuando el timbre en la entrada se dejó...
Alma errante... son de copla... Que, arrebatando el sentido, va a morir en el olvido, donde los grandes descansan.
Mi pensamiento recorre el tiempo pasado día por día..., volviendo a vivir bellos momentos. Cuanto me gustaría quedarme allí contigo donde felices
¡Mírame...! Nos hemos vuelto locos nos hemos dicho tanto tantas promesas de amor ¡Mírame...!
¿Por qué será soledad? Que no hay quien te quiera... ¿Qué mal le has hecho a la gente? Que nadie quiere tenerte,
Cuando llega la noche, y la oscuridad del mundo se apodera. Quisiera yo en mi lecho, a mi lado, sentir tu corazón
Hoy he escrito sobre lo que me gustaría llamar “el sueño de un caminante”. Es cierto que no me gusta ser impulsado por el viento durante mi paseo, pero sí es cierto que me gusta caminar...
¡Quítate las gafas, niño!... Deja que vea en tus ojos... lo que se esconde en tu alma. ¡Mírame a la cara, niño!... Para que vea en tus ojos
Me acerqué a ti en silencio, posiblemente me esperabas. Me acerqué, como la brisa caliente, un día de verano... Y puse mis labios sobre tu