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La casa huele a ti

Eran pasadas  las cuatro
y me desperté buscando tu mano:
después tu cuerpo...
que yo creía junto al mio.
Sólo encontré sal esparcida
en el lugar donde tu cuerpo había reposado.
La casa huele a ti, a tu piel,
al aire perfumado de tu respiración,
exaltada bajo la caricia de mi mano,
de mis besos...
y mi boca... te recuerda,
guardando el sabor dulce
que tus besos en mis labios dejaron.
Hoy no saldré a la calle.
Prefiero quedarme en casa,
donde todo me recuerda a ti,
y deambulo de una habitación a otra
buscándote..., igual que esta madrugada.
Bello recuerdo el tuyo. Gracias. Besos...

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