Cargando...

Mi amada gata...

Amo la noche, no sé por qué,
será quizá que pienso
como uno de esos felinos de ciudad.
Patios y tejados, guardillas con olor a orines...
La vida es corta, la comida escasa,
siempre alerta, siempre a la caza.
 
El morro blanquecino por los años,
pensando en ti, mi amada gata...
Un sonido de goteo,
rompe el silencio de la noche,
presto atención con las orejas tiesas
y la mirada baja.
 
Mi sombra me acompaña hasta en la obscuridad.
Otra noche de ayuno, pero no importa:
Quizá esta noche nos veamos,
conozco un restaurante y el cocinero es mi amo.
Después te invitaré a maullar una sonata
y seremos felices soñando, mi amada gata...

Otras obras de Luis Maria Tendla...



Top