Detén la diestra mano encantadora, angelical mujer, álzala en tanto que entusiasmado tu bondad implora tu más débil cantor. ¡Si, Delia h… Tome a su ser el alma que extasiad…
Cuando miro al espacio que he corr… desde la cuna hasta el presente dí… tiemblo, y saludo la fortuna mía, mas de terror que de atención movi… Sorpréndeme la lucha que he podido
¡Oh! luna: deidad qe. el ser supre… Sustenta a par del sol, de cuya fr… Nase tu Iuz de paz, cuando al est… Del ocaso profundo Ledo parte; ya el mundo
Testigo un tiempo, campo venturoso… de tu maleza fui: manglar y uvero en ti mecerse contempló el viagero… que frecuentó tu ceño montüoso. Ya en vano busco desde el puente a…