Libro: Mi cama es una balsa a la deriva Autor: Juan Julio Alfaya Fernández Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Xunta de Galicia.
Mi cama es una balsa a la deriva que flota en el misterio de la noc… Mi cuerpo dormido, un náufrago que ignora su destino. Nadie vigila.
Mis poemas no son para los sofisticados, los herméticos, los pseudomísticos, los oscurantistas,
Aunque nadie me ha enseñado el lenguaje callado de las plantas te cuento lo de ayer. Vi a los novios alegres y tranquil… Mi gozo era discreto,
No puedo resistir la tentación de orientar siempre mis pasos hacia lo desconocido. Así que decidí internarme en aquel… entre curioso y precavido
¿Por qué puerta, oh lluvia, te me metes en el alma y me la vuelves paisaje de nostalg… Lluvia amada son tus finas gotas
Detrás de la agitación y lo febril se ocultan la rutina y el hastío, por eso yo prefiero morir de amor a fuego lento a ser fulminado
Ángel de mi soledad, guardiana de mi silencio, secretaria de secretos, lazarillo de tinieblas, luciérnaga de mis sueños,
Tu sangre es el cálido susurro que recorre mis arterias y mis ven… la escalera que me acerca a las es… el sueño que me arrulla por las no… y me hace pluma sin peso
Lluvia menuda que caes blandamente, dulce pájaro de agua que anidas en mi oído, agua eterna
El hombre masa cree que piensa cuando ante otros se somete y obedece. Sigue las pautas que sus líderes l… y hace suyos los mitos que le impo…
En una esquina triste del salón va… me esperabas patético en el suelo. Más que un teléfono me pareciste un perro abandonado gimiendo por la vuelta de su dueño…
Todo viene a mí como un milagro cuando dejo que las cosas acontezcan según un gozoso designio
Cada vez que abro mi buzón el alma se me llena de vacío debido a la ausencia de esa carta que tú me prometiste y que presiento
Cajeros automáticos solo para pobres. No entregan dinero, sino sueños. Sueños para ir tirando un día más
Siéntate. Observa en silencio el mar en calma. Sus manos son las olas que acarician