En el verde jardín del monasterio, Donde los nardos crecen con las li… Pasea la novicia sus pupilas Como princesa por su vasto imperio… Deleitan su sagrado cautiverio

Yo en la soledad he dicho: —¿Cuándo cesará el dolor Que me oprime noche y día? —¡Nunca!—el eco respondió. —¿Cómo viviré más tiempo,

Cuando la ardiente luz de la mañan… Tiñó de rojo el nebuloso cielo, Quiso una alondra detener el vuelo De mi alcoba sombría en la ventana… Pero hallando cerrada la persiana

Madre, los muertos oyen mejor: ¡sonoridad celeste hay en su caja! A tí pues este libro de intimidad, de amor, de angustia y de misterio… murmurado en voz baja...

Tez de ámbar, labios rojos, Pupilas de terciopelo Que más que el azul del cielo Ven del mundo los abrojos. Cabellera azabachada

El joven gladiador yace en la aren… Manchada por la sangre purpurina Que arroja sin cesar la rota vena De su robusto brazo. Entre neblin… Azafranada luce su armadura

En el seno radioso de su gruta, Alfombrada de anémonas marinas, Verdes algas y ramas coralinas, Galatea, del sueño el bien disfrut… Desde la orilla de dorada ruta

¡Cuántas noches de insomnio pasada… En la fría blancura del lecho, Ya abrevado de angustia infinita, Ya sumido en amargos recuerdos, Perturbando la lóbrega calma

Alrededor de una perla Que el mundo ostenta en su seno, Como divino presente De las manos del Eterno; Hay dos aves de rapiña

Víctimas de cruenta alevosía, Doblasteis en la tierra vuestras f… Como en los campos llenos de simie… Palmas que troncha tempestad braví… Aún vagan en la atmósfera sombría

Nube fragante y cálida tamiza El fulgor del palacio de granito, Ónix, pórfido y nácar. Infinito Deleite invade a Herodes. La roji… Espada fulgurante inmoviliza

Lejos brilla el Jordán de azules… Que esmalta el Sol de lentejuelas… Atravesando las tupidas frondas, Pabellón verde del bronceado toro. Del majestuoso Líbano en la cumbr…

Árbol de mi pensamiento Lanza tus hojas al viento Del olvido, Que, al volver las primaveras, Harán en ti las quimeras

Abierta al viento la turgente vela Y las rojas banderas desplegadas, Cruza el barco las ondas azuladas, Dejando atrás fosforescente estela… El Sol, como lumínica rodela,

Cuando el hijo salvaje del desiert… Ata su blanca yegua enflaquecida Al fuerte tronco de gigante planta… Y, tregua dando a su mortal fatiga… Cae en el lecho de tostada arena