#Españoles
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,