#EscritoresEspañoles
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo