#EscritoresEspañoles
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Después de haber visto el mundo, a través de una botella, durante más de quince años, ahora –pasada ya la cumbre de la r…