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Ilusiones desbocadas de un demente

A veces cuando la ciudad duerme
despierto con la sensación de que estoy debajo de un puente.
Tengo el palpito que has escuchado
la melódica música de los grillos
y te levantas la falda para sentir el viento correr por tus piernas.

Deja que abrace tu talle y sienta la delgadez de tu cintura
me quiebran los cristales de un llanto reprimido.
El limite del amor no es la ternura, es la locura
y siento que he llegado a ella con lo vivido.

Una vez quise
Una vez ame con locura infinita
Una vez llore a mares
Llegue a pensar que la gata parda,
vecina de mi tejado era mi musa.
Sus ojos me parecieron lunas.
Temí que la ráfaga de su aliento
quemará tanto como el sol de medio día
 
La fuente de agua fresca y clara,
el jardín de donde salen los olores de jazmines
eran meras ilusiones desbocadas de un demente
que buscaba la miel de tu boca.
 
Alguien debió decirte que me emborrache
que estuve tirando piedras a tu ventana.
Jamás nunca llegaron los músicos a entonar
la melodía que había ensayado para ti
es por eso que ahora estas camino al olvido.
 
Esto no es cosa tuya. Nada tiene que ver
con que me quieras o hayas dejado de amarme:
la vida es un ensayo de mascaras
no puedo poner nombre a la ninfa de mis sueños.
 
A veces cuando la ciudad duerme
despierto con la sensación de que estoy debajo de un puente.
Tengo el palpito que has escuchado
la melódica música de los grillos
y te levantas la falda para sentir el viento correr por tus piernas.
 
Deja que abrace tu talle y sienta la delgadez de tu cintura
me quiebran los cristales de un llanto reprimido.
El limite del amor no es la ternura, es la locura
y siento que he llegado a ella con lo vivido.
 
Suena extraño como si te dijera que te amo.
Bien sabes que perdí el sentido del Tetragrámaton
el nombre de Dios no debería ser Jehová o Yave,
podríamos llamarlo simplemente AMOR.
 
Alguien después de mucho tiempo
cuando mueran las palabras y sean un muro
de huesos y barro fluyendo por los ríos y llegando a los mares
encontraré en la arena la palabra AMOR.
Se preguntaran absortos quién la escribió
y de dónde nacen sus raíces.
Nadie sabrá su significado;
diremos entonces que ese es el nombre de DIOS.
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