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Confusión

Todo era mejor cuando el caos se movía
entre las aguas acuosas y no había día ni noche;
nuestra formación esperaba el paraíso
y nuestro ARN y ADN no conocían el soplo.

Pudimos haber continuado en esa gemación
del caos sin llegar hacer copula de amor
pero Taos nos asignó lumbre, barro, memoria;
nos dio voz y llanto e hizo lo que somos: macho y hembra.

La vida es una paradoja, un espejo de la confusión.
Vive el ahora. Ama el ahora. Tu recuerdo es ahora.
Vive el misterio de la vida esa es tu mayor aventura,
no juzgues tus actos ni los de nadie sería una locura.
Llénate de amor y transita por el camino de la cordura.
 
Ama a tu perro como a ti mismo
y a tu prójimo como si fuera tu perro.
La sabiduría de los animales no viene de la experiencia
viene de sus sentimientos que no han sido manchados.
 
Abraza al que busca calor; no dejes que el frio
aguijonee su desnuda piel y tirite de amor.
Tu transito por los meridianos del globo terráqueo
es continuar con la siembra de vida, de lunas de fogueo.
 
Toma la fragua de mi beso y experimenta
con un poco de mi hiel que se descuaja en salivares
que ahogan el grito de dolor de mi pecho herido
por el vuelo de una golondrina que no quiso hacer verano.
 
No temas el tiempo a fin de cuentas no conoces su fin,
es tan extraño movernos a ciegas entre sus ojos oscuros
que cualquier luz de estrella nos parece un sol.
Su infinito manto nos llega en cada noche y día de vida.
 
Hoy en la era cuántica del átomo disgregado
y de los jeroglíficos vueltos algoritmos
nos empeñamos en salir del cascaron del litio
buscando en los salares de la tierra el espejo mágico.
 
Todo era mejor cuando el caos se movía
entre las aguas acuosas y no había día ni noche;
nuestra formación esperaba el paraíso
y nuestro ARN y ADN no conocían el soplo.
 
Pudimos haber continuado en esa gemación
del caos sin llegar hacer copula de amor
pero Taos nos asignó lumbre, barro, memoria;
nos dio voz y llanto e hizo lo que somos: macho y hembra.
 
Acunados en los senos virulentos de Eva
nacimos los millares de cristo que hurgan
entre los desechos del paraíso perdido
la existencia de nuestra identidad de dioses.
 
Somos los príncipes caídos que perdimos el reino;
estamos entre los que juzgaran arrepentidos.
Mas vive el ahora. Ama el ahora
Solo recuerda que vienes del caos y vas al caos.
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