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Muere el Aura

Enigmática, soterrada como la brisa,
deseosa de conocerme y hurgarme
sin preguntar el ayer, ni el mañana.
Solo el momento diáfano y misterioso
de golpear mis pupilas con el brillo
de tus cucullas y arrebolar mi rostro.
 
Sincréticoen las estanterías de mis devenires
se que llegaste a tomar posesión
de la insana razóny destellante reflujo
de la conciencia atávica del perfil de mi sombra.
 
No soy mas quebarro moldeable
moviéndome en un mundo sórdido
de nuevos mundos que se mueven
como girasoles buscando la luz petrificada
de un alma quearrebatóa la oscuridad el cerrojo.
 
No abras los labios y dejes que muere el aura
No llameas tus manos hasta el incienso
No abraces el tiempo como si fuera el ocaso
No gimas como si se te escapara la exhalación.
 
Tómame y encharca tu vientre de moho
hay espacio para el susurro y el chicoteo.
Somos movimiento y sinuosidad.
Afuera los plantíos de los rosales añoran
bañarte en sudorosos efluviospara nacarar
tu piel y pigmentarla de centelleantesluces.
 
Puedes irte como lo has hecho
túsabes que partir es imposible.
Te abras quedado en el solsticio de mi verano
entre el ojo del tiempo y mi sombra perpetuada
mas allá de los caminos que recorres.
Allí iré en todos los hombres
que lleguen a tus pies a mendigar tu miel.
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